Hacia 1920, el grupo familiar se fragmenta y deja la región. Madre e hijos son trasladados a diferentes sitios: Marsella, un orfanato en Salónica y también Estambul. Hasta que años después, ya jóvenes y adultos emigran, en diferentes momentos y circunstancias, a la Argentina y llegan al nuevo país entre 1928 y 1931. En Buenos Aires, la familia Torossian se encuentra con otros armenios, refugiados como ellos. No tardan en conseguir trabajo y adaptarse a las costumbres e idiosincrasias. Pero en su nuevo entorno, la familia enfrenta sus propios recuerdos a los que silenciosamente tejen y mezclan para encubrir un terrible secreto familiar. Hasta que la nueva generación, personificada por la inquisitiva Kiliki (Ana Cilicia), hija de Avedis, un día investiga y revela, finalmente, secretos de hondo perfil humano.
De encajes y sombras retrata horrores inimaginables dentro de una historia de lucha y sacrificios, de desarraigos y resquebrajamientos familiares, de abnegación y amor filial, de intriga, espionaje y crimen. Sin embargo, De encajes y sombras es, por sobre todo, una inolvidable historia de amor.
Buenos Aires en los años 30 |
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